Nos están vendiendo que esta reforma laboral es muy importante, que no quita derechos laborales, y eso es verdad. Pero lo cierto es que pasamos de una derogación a un maquillaje para los firmantes, donde no tocan casi nada de lo que nos llevó a las huelgas generales, y solo introducen lo que los juzgados ya están reconociendo. Para este viaje, no hacen falta tantas alforjas ni gobiernos progresistas.
Un comentario