La desvergüenza de los empresarios no deja de sorprendernos. Cuando las trabajadores y trabajadores queremos que se aplique el control de la jornada, los empresarios nos dicen que eso es imposible, que no se puede tener tanto control. Es imposible saber cuantas horas de más le hemos regalado a los empresarios, y en muchos casos, pese al control horario se les sigue regalando.
Pero como el control se aprobó por Ley, y la Inspección les puede meter en un buen lío, algunos de estos “emprendedores” quieren aprovechar para quitarnos derechos, como si quitarnos salario no les fuese suficiente. Y la justicia, como siempre es parte. En este caso, la sala de lo social de la Audiencia Nacional, dictó una sentencia que avala el que una empresa pueda computar las pausas para fumar o tomar café como tiempo no trabajado, y en consecuencia, descontarlos al empleado.
No son capaces de contar las horas extras que hacemos pero han calculado el tiempo que pierden en fumar, o en ir al baño. Si el Convenio no recoge como tiempo efectivo de trabajo la pausa del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores, los empresarios con el beneplácito de la Audiencia nos lo quieren quitar. Por tanto, más que nunca la negociación colectiva es NECESARIA, la presión de las plantillas es fundamental para conquistar derechos y defender lo que tenemos. Pero no una negociación amable con el patrón, sino defendiendo lo que es nuestro y arrancándole tanto como podamos de esos beneficios que saca de nuestras espaldas.
Han hecho las cuentas y les sale que tres cigarrillos y un café equivale a 9 días de trabajo al año, así que atentos porque el Estatuto dice que el tiempo de descanso será retribuido si lo pone el Convenio.
Cuando hay que controlar las horas extras dicen que no disponen de medios, cuando les aprietan nos quitan hasta el tiempo de ir al servicio.
El patrón no es tu amigo, tu única defensa es la organización. Afíliate a CSO