Las empleadas y los empleados públicos no somos tontos/as

EMPLEADO PÚBLICO es aquella persona que trabaja para el beneficio de la sociedad en su conjunto, no de una empresa privada. Dentro de los empleados públicos están los y las profesionales de la Sanidad, la Enseñanza, Correos, y las administraciones locales, autonómicas y centrales. Dependiendo del grado de privatización que se haya llevado a cabo en cada Ayuntamiento o Comunidad, podemos encontrar personal de limpieza, bomberos, conductores de autobuses…. En definitiva, trabajadores y trabajadoras que tienen como función el bien público, por encima del partido que gobierne, por ese motivo, el perder el puesto de trabajo es más complicado que en el sector privado.

Como en todos los sectores, hay mejores y peores trabajadores, pero sin duda, lo que prima en las Administraciones son malos gestores, que no saben gestionar y prefieren deteriorar servicios y privatizar antes que remodelar estructuras algunas veces arcaicas. Pero si tenemos malos gestores, no son mejores los sindicatos que nos dicen representar.

Las asambleas en el sector público cada día son más escasas, las movilizaciones ni están ni se las espera. Mucho correo electrónico y todo por las redes. Han asumido su función social como los que pactan nuestras condiciones y nos salvan de lo que podría venir. Pero los y las empleadas públicas no somos tontos, por mucho que el Gobierno y los sindicatos nos lleven tomando el pelo años y años, por mucho que el sindicalismo actual del pacto haya olvidado la movilización y la presión.

El Gobierno firma un acuerdo con CC.OO. y con UGT, del 9’5% para los años 2022, 2023 y 2024 ¿y les parecerá mucho cuando el IPC del 2022 ya está por encima de esa cifra?

Además, son subidas ficticias basadas en variables difíciles de alcanzar, como que el PIB llegue al 5’9%, o el IPC armonizado de los años 2022, 2023 y 2024 supera el 8%. Lo real es lo que llevamos perdido, mira y comprueba la tabla adjunta, que no son datos de CSO, son datos del INE y del Ministerio de Trabajo.

En 22 años las y los empleados públicos hemos perdido un 45,03% de poder adquisitivo. Mientras que el sector privado ha resistido mejor el envite hasta el 2021, perdiendo en esos mismos años un 12,11%. Si solo miramos los dos últimos años, solo en 2021 y 2022 nos proponen perder el 13,24% del valor de nuestro salario, eso es regalar casi dos pagas mensuales. Los mismos Sindicatos a los que se les llena la boca de «Salarios o Conflicto», son capaces de hacernos perder un 13,24% de poder adquisitivo en solo dos años, sin convocar una sola asamblea para saber qué pensamos quienes se nos va a aplicar su “Grandioso Acuerdo”. Esos mismos sindicatos que en la empresa privada, hasta este año, habían conseguido mantener el poder adquisitivo de los trabajadores más estable, pero que para salvar al País, o al Gobierno firman papeles en blanco.

Desde el Consejo Sindical Obrero (CSO) manifestamos nuestro total y rotundo RECHAZO a esta chapuza que nos presenta el Gobierno y firman los sindicatos, cada día menos representativos de la clase obrera. EXIGIMOS UNA VINCULACIÓN DE LAS SUBIDAS SALARIALES CON EL IPC REAL, con cláusulas de revisión salarial. Y exigimos que el IPC mida lo que realmente aumenta la vida, que no se maquille para rebajarlo. Cuando vamos al mercado vemos los precios, cuando nos llegan los recibos de la luz o repostamos sabemos lo que ha subido la vida, que nada tiene que ver con las cifras que nos dan para neutralizar la subida salarial.

SIN MOVILIZACIÓN NUNCA HA HABIDO AVANCES.

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